Y para no olvidar
el camino
esta vez
finjo ser una campana.
Y grito,
grito,
grito como un loco
o como una bestia lunar
y abro tanto la boca
que soy
grieta y ventana
y doy un paso y salgo
y sigo gritando
nueve es la velocidad del sonido
y la forma del pájaro
y el árbol
es tu pelo rizado.
Descanso en él un minuto
tú
y después
más huir
y huir
y cambiarle juntos
cada día
las sábanas al cielo
y tenderlas
en nuestros hermosos rostros
que son
impecables
blancos crisantemos.
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